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Sobre la Regularidad

La Gran Orden Soberana de los Ritos Egipcios -GOSRE- y su representación en España la Gran Logia de España del Rito Español – Menfis&Mizraim (GLERE-MM), GOSRE-España, se encuentran dentro de la mas estricta Regularidad. Esta condición es de vital importancia para la masonería y para que los Trabajos masónicos surtan el efecto operativo deseado.

 

Antecedentes

Hay Grandes Logias que son regulares, otras que se adjudican el término sin serlo, e incluso quienes entienden como un valor el llamarse irregulares. Por ello es necesario conocer este término y su aplicación para poder llamarse a sí mismo masón o que te lo llamen tus Hermanos.

En el mundo masónico se entiende como Regularidad al cumplimiento estricto de los Landmarks. Haciendo honor a su nombre, éstos señalan los límites en los cuales es obligatorio que se circunscriban todas las Órdenes en general, Grandes Logias, Grandes Orientes y Logias masónicas en particular.

Su cumplimiento no es baladí y debe exigirse, ya que la masonería nos trasciende a todos y sólo la Regularidad Masónica garantiza que estamos realmente dentro de la masonería como organización y no en un club cualquiera con apariencia masónica que emula a la auténtica masonería. Es así que mantenemos como objetivos los fines para la cual fue concebida, conocedores de que los métodos, rituales y costumbres no se apartan de la Tradición. Entendemos que alejados de la Regularidad solo hay «ruido».

Según la propia definición de Mackey, los Landmarks son: “Aquellas antiguas y universales costumbres de la Orden que, gradualmente se fueron aceptando, o fueron impuestas de una vez por una autoridad competente, y esto fue en un tiempo tan remoto que no queda ni registro de cuando fue. Por ello, los Landmarks tienen la mayor autoridad que la memoria o que la historia puedan ofrecer, por lo que son universales, inalterables e irrepetibles.”

Se conocen diversas codificaciones de Landmarks: La primera vez que aparece el término es con los “Landmarks de George Payne» de 1723, pero realmente se trata simplemente de una compilación de Reglamentos, los cuales asegura se pueden modificar siempre que se mantengan invariables los antiguos Landmarks.

Preston mantiene la misma posición en 1775 en sus “Ilustraciones de Masonería” y sigue aceptándolos sin relacionarlos de forma alguna, hasta que en 1821 es el Doctor Oliver en Estados Unidos quien hace la primera lista de 41 Landmarks, divididos en 12 categorías.

Esta lista va reproduciéndose en las Constituciones de las Grandes Logias que se suceden en Estados Unidos, hasta los reconocidos «Landmarks de Mackey» de 1858, momento a partir del cual se decreta su inalterabilidad.

En 1877, el Gran Oriente de Francia -para poder crear el Rito Francés Moderno- deroga aquellos que no le son propicios, como el que determina que la Logia esté presidida por el Volumen de la Ley Sagrada, o la necesidad de creer en el Gran Arquitecto Del Universo, e incluso la existencia del alma en el ser humano. Aparecen así las posteriormente llamadas Grandes Logias Irregulares.

En 1929 la G.L.U.I. elabora sus 8 Landmarks, que sirven de instrumento para decidir quién es o no regular, con la intención de aplicar este concepto a quien sea de su agrado y se comprometa con esa Orden, creando un cisma que les hace presentarse como únicos y decisorios acerca de quién es o no masón.

Mientras, por la corriente irregular se produce el «Llamamiento de Estrasburgo» de 1961, que utiliza un nuevo término, Esencialidad, para alejarse de la regularidad que no le es propicia, manteniendo la postura que en su momento inició el G.O.F.

 

La Regularidad en la Masonería Egipcia

Conforme a nuestra consideración como Masones de Egipto, las prescripciones de nuestro Rito de Menfis-Mizraim, nuestra pertenencia a la Gran Orden Soberana de los Ritos Egipcios, a la dirección espiritual de nuestro Gran Hierofante Mundial, y a los escritos de nuestros antecesores en la Orden, podemos resumir los Landmarks que consideramos inalterables los comprendidos en el siguiente decálogo:

1º  Regularidad de origen: Cada Gran logia debe haber sido establecida regularmente. Para ello debe estar formada por tres o más Logias, a su vez regularmente constituidas.

2º  La creencia en el Sublime Arquitecto de los Mundos o Gran Arquitecto del Universo y en su Voluntad revelada, debe ser una cualificación esencial para acceder a la condición de miembro.

3º  Todos los Iniciados deberán asumir su juramento sobre, o a la vista de, un Volumen abierto de la Ley Sagrada (no son válidos los documentos, tratados o normas profanas), según el cual el que ha de ser iniciado considere que su conciencia puede quedar obligada.

4º  Es masón, el varón o la mujer que han sido iniciados en una logia masónica Justa y Perfecta, por ello se considera como mínimos:

– Tres Maestros Masones dirigen una Logia: VM, 1º y 2º Vigilantes

– Cinco Maestros Masones la iluminan: VM, 1º y 2º Vigilantes, más 2 MM.MM.

– Siete Hermanos (al menos 5 Maestros) la hacen Justa y Perfecta: VM, 1º y 2º Vigilantes, 2 MM.MM., 1 C.M. y 1 A.M.

5º   La Gran Logia tendrá jurisdicción soberana sobre las Logias de su Obediencia, es decir que la Gran logia se constituye como organización autónoma, independiente y responsable, con autoridad única e indiscutida sobre el Arte y los tres grados simbólicos (Aprendiz, Compañero y Maestro); y no compartirá esta autoridad con ninguna Orden, Supremo Consejo u otro poder que pueda reclamar alguna clase de control o supervisión sobre estos grados.

6º  Las Grandes Luces de la Francmasonería (explícitamente, el Volumen de la Ley Sagrada, la Escuadra, el Compás, y en nuestro caso la Regla) estarán siempre visibles cuando la Gran logia o sus Logias subordinadas estén trabajando, siendo la principal de esas luces el Volumen de la Ley Sagrada.

7º  Las Tenidas se realizarán en un lugar cerrado y cubierto, donde se encuentren las columnas J y B, las Grandes Luces de la Logia, los útiles del Grado y el Pavimento Mosaico o Suelo Ajedrezado.

8º  Toda Gran Logia trabaja según un Ritual que será Regular si respeta los presentes Landmarks, en los grados de Aprendiz, Compañero y Maestro.

9º  Toda discusión sobre religión o política dentro de las Logias estará estrictamente prohibida.

10º  Los principios de los Antiguos Límites (Landmarks), costumbres y usos del Arte serán estrictamente observados.

 

¿Regularidad o Irregularidad?

A fuerza de distribuir certificados de regularidad o de negarlos, la Gran Logia Unida de Inglaterra (antes llamada Gran Logia de Inglaterra, nacida a su vez de la Gran Logia de Londres y de Westminster), ha terminado por creerse y dotarse a sí misma de forma arbitraria y unilateral de ser la única regular y de la facultad de decidir quien lo es a su vez.

Como demuestra Robert Ambelain, los padres de este desatino -Ánderson y Desaguliers- son profanos que jamás fueron iniciados, no fueron masones y carecen de autoridad masónica, por lo que no tienen potestad para conferir, ni ellos ni los que dicen llamarse sus sucesores, ningún titulo que acredite un presunto linaje.

Tanto Ánderson como Desaguliers eran clérigos protestantes y ocupaban en el taller los correspondientes cargos de capellanes, cuya labor se limita al momento de oración tras el himno de apertura y antes del de cierre, sin pertenecer a la logia.

Aún se puede ir más lejos. Como señala Ambelain, de los ocho primeros masones que constituyeron cuatro logias en 1714 en Londres -el germen de la GLUI-, ninguno de ellos había sido iniciado regularmente.

La nueva Gran Logia de Londres se otorgó a sí misma de forma unilateral -carente de motivación y sin sentido alguno- una autoridad que para nada le corresponde y que, en justicia, no debería detentar ni persona ni entidad alguna, situación que ha supuesto una división y discriminación entre los masones.

Pero además ha conllevado el pase de estos Hermanos sectarios a la constitución de meras logias-clubs en donde tener un rato de esparcimiento, jugar a la política, comer y beber, ostentando el mandil más grande con el que tapar sus grandes torpezas y falta de fraternidad, razones suficientemente poderosas para no admitir mujeres entre ellos.

 

¿Pero cómo se llegó a consolidar este desaguisado?

En septiembre de 1715, algunos masones operativos tuvieron la idea de visitar la nueva logia constituida por siete masones no iniciados regularmente para conocer sus motivos y llamar su atención acerca del cumplimiento de los Landmarks. Esta Logia tenía como capellanes a Ánderson y a Desaguliers. La visita no fue de su agrado y se les impidió el acceso a la reunión, bajo el argumento de no ser de tan noble clase como los allí reunidos, creándose un cisma que no se solucionó hasta 1717.

La situación actual se deriva de este histórico arranque de la masonería especulativa, frente a la operativa del Londres de principios del siglo XVIII. Podemos afirmar sin rubor que, a excepción de las Logias Estuardistas que se habían formado en los regimientos exiliados de Saint Germain en Laye en torno al pretendiente estuardo al trono, todo el resto de logias son totalmente irregulares. Sus ritos de iniciación, no sólo están carentes de esoterismo, sino tambien de Tradición iniciática genuina, por lo que no se produce iniciación alguna.

El hecho de que se diga que la masonería fue fundada en 1717, con las bases establecidas en 1714, redunda más en su carácter manifiestamente irregular. A partir de 1723 consiguen imponer su autoritarismo y sus vacíos criterios sobre las antiguas Hermandades operativas, que ya estaban en proceso de desaparición.

Ambelain señala que la masonería inglesa, a la vista de todo lo anteriormente expuesto, «ni siquiera se trata de una obediencia bastarda, puesto que los bastardos poseen la sangre y la raza que les reconocen las leyes de la nobleza.»

Podemos concluir diciendo que el interés que muestran las Grandes Logias y las Logias que necesitan de la G.L.U.I. para así ser reconocidos masones regulares, nace de que para nada lo son, porque se precisa el reconocimiento cuando no se es lo que se quiere ser.